Amantes de la Enseñanza

#0098 ¡Qué gran oportunidad tienes! (Portia)

Jorge comenta: resulta curioso cómo son muchas las personas que, aún habiendo recibido la Enseñanza de los Maestros, sueltan un suspiro y llegan hasta a decir (habiéndolo pensado primero) que “no pueden esperar el día en que esta triste existencia llegue a su final”, al sentirse agobiadas por el peso de la aparente negatividad a su alrededor. A todo aquel que haya pensado, sentido o expresado esto, va dedicada esta selección de la Amada Señora PORTIA, Diosa de la Oportunidad.

Tomado de “Diario de El Puente a la Libertad – Saint Germain”, vol. 1.

¡Hoy es un día de gran oportunidad espiritual! Toda esta era y edad es una de oportunidad, la cual es Mi Privilegio y Honor representar cósmicamente en este gran plan mundial.

¿Han ustedes considerado que, mientras que tienen ser e inteligencia consciente en cualquier esfera, mientras que tienen el uso de la vida, ustedes tienen OPORTUNIDAD en esa esfera? En el momento en que renuncian a la conciencia y al ser autoconsciente en cualquier esfera, pierden la oportunidad de seguir funcionando allí. De manera, Amados Corazones, que aprovechen la oportunidad que tienen mientras que todavía están en este mundo de experiencias físicas (el lugar de mayor necesidad en todo nuestro sistema solar). Tienen esta oportunidad porque son ustedes son parte del mundo físico, mental, emocional y etérico a través del cual Nos estamos esforzando por verter el Amor Sagrado del Fuego Sagrado para lograr la redención.

¿Cuántas veces el alma ha implorado ante el Tribunal Kármico por la oportunidad de regresar a esta esfera que parece tan desagradable y difícil en la cual habitar? Y, sin embargo, una vez que el alma ha renunciado al cuerpo terrenal y ve lo que podría haber echo con el uso de la Luz, Sustancia, Energía y las oportunidades que tenía a mano en el curso de esa vida terrenal, a veces tiene que ser REFRENADA A LA FUERZA de un esfuerzo frenético por regresar a la encarnación y corregir las cosas. Mientras que tengan la oportunidad —oportunidad en su vida familiar, en su mundo de negocios, en su actividad grupal— de corregir las cosas entre sí, de facilitar el sendero del uno por el otro, y de hacer posible llegar a cada hombre y mujer para que realicen su misión, en el nombre de su alma, les imploro, hagan todo lo que la oportunidad permite por su propia paz de mente y corazón.

Son muchas las lágrimas que se han vertido, muchos los que han experimentado el sentimiento de profundo remordimiento que surge en el alma cuando la oportunidad de servir ha partido. En su plano terrenal, hay quienes ustedes ya sea han descuidado o ignorado, y quienes ya no están entre ustedes. ¿Cuán a menudo han deseado tener una oportunidad para hacer por ellos las pequeñas cosas que les hubieran hecho la vida más fácil, haber dicho las palabras amables, haberles dado ánimo, haberlos provisto con algo de confort, quizás en cosas pequeñas, que le hubiera facilitado al ser amado el recorrido por el sendero en el mundo de la forma? De todas las tristes palabras de lengua y pluma, las más tristes de todas son: “pudiera haber sido”.

¡Mis Amados, HOY es su día de la oportunidad! Hoy ustedes tienen un corazón palpitante; se les está dando una bella vida primigenia. Ustedes se despiertan cada mañana con esa vida. Tienen el suficiente conocimiento de la Ley, en la medida que Nos ha sido posible dárselo, y cada uno de ustedes tiene cierto momentum de bien en su respectivo Cuerpo Causal; cierta comprensión, cierta sustancia del bien de este mundo cierto momentum de sanación. ¡No lo desperdicien!